Toma nota de la siguiente guía que dejaremos a tu disposición para que crees personajes totalmente creíbles en tus novelas. Tomando en cuenta que los personajes son los encargados de dar vida a la trama que vas a desarrollar, es preciso que sepas llevar a cabo todo lo que necesitan para resultar majestuosos y creíbles ante los lectores. Es más fácil y sencillo de lo que te imaginas, simplemente debes seguir los pasos y tips que presentaremos a continuación.
Hacer que el personaje sea excepcional en torno a algo
Cada personaje que vayas a introducir en tu historia debe ser sumamente excepcional haciendo algo en específico. Esto es lo que les dará el toque diferencial con respecto a los demás personajes de la obra y otros que ya hayas instaurado en novelas previas. Recuerda no caer en las exageraciones innecesarias, y recuerda que cuando creas un personaje de características destacadas, sueles llamar mucho más el interés del público lector.

Que no sea de carácter egoísta
Una de las peores cosas que puedes hacer en cuanto a la creación de los personajes de tu obra literaria es que este se centre única y exclusivamente en el mismo. No importa si tu personaje en cuestión es el más perdedor de los perdedores, o el menos sociable de la clase, trata de que se muestre preocupado por los demás tanto como por sí mismo, en incluso un poco más si es posible. Eso sí, sin tener que caer en las exageraciones innecesarias.
Intercambia continuamente los roles de los personajes
Una de las mejores maneras de crear personajes creíbles es demostrando ante los lectores que no son perfectos en absoluto, porque ningún ser humano es completamente perfecto. Este es uno de los recursos más utilizados por los guionistas, pues demuestran ante los lectores su capacidad de crear personajes bastante creíbles y que de una u otra forma agradan a quienes leen la historia.
Con “intercambiar roles” nos referimos a que, ocasionalmente, tus personajes buenos hagan cosas malas, y los malos hagan cosas buenas. Esto le otorga mayor credibilidad a la novela que estás creando y por supuesto generará mayores tasas de interés en el público al cual estarás dirigiendo la obra.

Todos los personajes deben tener una voz única
Como no todos los personajes serán iguales, es lógico que no todos se van a expresar de la misma manera. Esto quiere decir que al instaurar tu séquito de personajes dentro de la obra, debes tratar de que cada uno tenga una voz única. Una vez eres capaz de darle toques diferenciales a todos los personajes de la novela, llamarás mucho más la atención de los lectores y harás que el público los identifique al instante. Incluso, es allí cuando permites que los lectores se identifiquen con uno o varios de ellos.
Que nunca falte la pasión
Es recomendable también que todos los personajes que instaures se muestren siempre activos, dinámicos y pasionales en torno a lo que representan. Es de las mejores formas de lograr que resulten creíbles a los demás, pues al igual que nosotros deben tener ciertos gustos en específico que les apasionen por completo. Además, si alguno de los que leen la novela en cuestión tiene la misma afición que alguno de los personajes, el vínculo será mucho más estrecho tanto con el mismo como contigo que has escrito el mismo.

No temas en revivir el pasado de los personajes
Acá queda de lado la filosofía barata de que “el pasado no importa”, cuando es absolutamente falso. El pasado si importa, y mucho. Y cuando estás desarrollando personajes para una novela cuyo objetivo es que resulten creíbles, es imprescindible revivir ocasionalmente el pasado de cada uno de ellos.
Podrías utilizarlo, por ejemplo, para explicar las razones por las cuales algún personaje tiende a tener cierta conducta consigo. Si fue maltratado en el pasado, esa podría ser la clave de explicación de su carácter fuerte y violento. Cuanto más se sepa del pasado del personaje, más se sabrá acerca de como reacciona al presente. Y esto sin duda alguna resulta sumamente relevante para el desarrollo de la historia.
Definir su evolución
Desde que comienza la historia y hasta que termina la misma, cada uno de los personajes que integran el desarrollo de la trama debe atravesar por un debido proceso de evolución, madurez y cambio de carácter. El personaje protagonista, por ejemplo, que mostraste tímido y retraído al principio, es preciso que cuando termine la historia que cuentes, tenga mucha más seguridad en sí mismo y deje de lado su timidez para socializar con su entorno.
Pero también debes saber que la evolución no es solo moral, sino que también puede ser económica o emocional. En todo caso, lo importante será que demuestres cuanto han avanzado los personajes desde el inicio hasta el desenlace de la trama. Este es uno de los elementos que lo hace humano, y por ende, más creíble ante la mirada de los lectores. Si concretas este punto con los que te hemos indicado previamente, no hay dudas de que desarrollarás los personajes más creíbles y llamativos que puedan haber.
