Los niños llevan la lectura regular. Todo hay que reconocerlo. Solo unos pocos niños son capaces de leer con gusto y de hacerlo divirtiéndose con ello. Pero son pocos y la gran mayoría de los niños odian leer.
Además, tienen un problema y es que, cuando les dices que lean algo, lo hacen, puede que a regañadientes, y después, cuando se les pregunta por lo que han leído, algunos tienden a repetir las frases que se acuerdan pero, otros, se quedan en blanco. ¿Por qué pasa? Porque no entienden lo que leen. O mejor dicho, porque no prestan atención a lo que leen y no son capaces de comprenderlo.
La comprensión lectora
Los niños, como tales, necesitan que se les enseñe a todo, incluido a leer. Pero no basta con que les digas lo que significa cada palabra, o cómo se lee. No. Hay que enseñarles a comprender lo que leen para que sean capaces de darse cuenta de cuál es la esencia, lo que se quiere decir en un párrafo, o en un texto. Y eso no es fácil, pero tampoco imposible.
Por eso, hoy quiero dejaros varios trucos:
- Dale un texto con palabras desordenadas. No hay nada peor para enseñarle a un niño la compresión lectora que hacer que lea un millón de veces el mismo párrafo. Primero, acabará aprendiéndoselo y te lo repetirá sin mirar pensando que eso es lo que quieres. Segundo, se aburrirá porque no entenderá lo que quieres. Ahora bien, ¿y si le das un texto desordenado y le pides que lo ordene y le dé sentido? Eso obligará a que el niño preste atención. Leerá la frase o las palabras y las relacionará con otra cosa, de tal manera que el texto le llegará más e incluso puede entenderlo mejor.
- Relaciona imágenes con textos. Otra opción que tienes es la de relacionar imágenes con un texto. Según lo que entienda, podrá escoger una imagen u otra.
- Compara. Haz que lea un texto y, después, que ponga un ejemplo personal. Por ejemplo, un texto sobre un viaje en globo y que él compare ese viaje con un viaje en avión, o en coche.
- Que escriba. Sí, sabemos que eso va a ser más complicado porque dirá que va a perder el tiempo o que se aburre pero, ¿y si le pides que, en base a ese texto, haga él un cuento? De esa manera puedes ver si ha captado la idea del texto.
Obviamente, todo esto requiere tiempo y sabemos que los niños, en los días entre semana, pueden no tenerlo, pero sería bueno sacar algo de tiempo para conseguir fomentar la comprensión lectora. Les ayudará, entre otras cosas, a sacar mejores notas, a aprobar y, sobre todo, en el día de mañana.