Toda persona que se dedique a escribir un texto determinado, bien sea por hobby o profesión, debe saber que ello se realiza de la mejor manera posible. Incluso cuando hablamos de cuestiones laborales y/o académicas. Escribir bien es una técnica de comunicación que te ayudará en tu cotidianidad. Por esta razón es fundamental que al hacerlo, se haga, o al menos se intente, plasmar la información que se quiere transmitir en el texto de la manera más clara, concreta, precisa y entendible. Pero seamos sensatos: todos somos humanos, y por ende, somos imperfectos. Ello lleva a que muchas personas cometan faltas de ortografía sin siquiera darse cuenta de ello.
Pero tranquilo/a, todos nos equivocamos en momentos determinados, aunque igual es importante que cuides este aspecto para hacer de tu redacción un elemento pulcro y legible. A continuación te mencionamos algunas de las faltas de ortografía más comunes que suele cometer la gente y en las que seguro también has incurrido tu.
“De que”
Iniciamos el repaso de las faltas de ortografía más comunes con el uso incorrecto del conector ‘de que’. Miles de escritores, incluso profesionales, caen en el error de colocar ‘de que’ luego de un verbo, sin saber que ello implica un vil irrespeto a las normativas de la escritura. Lo incorrecto en estos casos sería poner, por ejemplo, lo siguiente: “Me acordé DE QUE…”. Léelo en voz alta y sabrás que resulta un tanto incómodo de escuchar precisamente por ser una falla ortográfica. Lo correcto sería: “Me acordé QUE…”.

¿Es la coma un signo de puntuación ‘criminal’?
El escritor y lingüista peruano Alfredo Valle Degregori catalogó de ‘coma criminal’ al signo de puntuación que se coloca erróneamente justo después de un sujeto o acción al inicio de un texto. Por ejemplo: “Pedro, comió su bocadillo”. Lo correcto sería escribirlo corrido: “Pedro comió su bocadillo”. La coma es innecesaria en esta frase.

No acentuar verbos en pasado
Una de las tantas faltas de ortografía que podemos denotar fácilmente en cientos de artículos y/o libros publicados en la web, es la falta de acentuación en algunos verbos escritos en pasado. Solo debes regresar brevemente a tus años de educación primaria para saber que las palabras agudas (cuyo acento radica en la última sílaba) que terminen en s, n o vocal, deben ir acentuadas. Algunos ejemplos que debes tener en cuenta para no cometer nuevamente esta ‘infracción ortográfica’ son: acordé, levanté, dormí, asistí, miré, besé, hablé, entre otros.

Ay / ahí / hay
He aquí el gran dilema de millones de personas que hablan y escriben en español. Es realmente sorprendente la cantidad de individuos que caen en este error ortográfico y no se dan cuenta de ello, puesto que viven bajo el engaño de que lo han escrito correctamente. ‘Ay’ es de expresión, por ejemplo: ‘Ay me golpeé la rodilla’. ‘Ahí’ es para señalar lugares, como por ejemplo: ‘Yo estaba AHÍ con ella cuando sucedió’. Y por último, ‘hay’ es un adverbio de cantidad, por ejemplo: “Ya no HAY nada que podamos comprar”. Esperamos que esto te sea de gran ayuda para no caer en una de las más groseras faltas de ortografía que puede existir.

Hecho / echo
La diferencia radical entre el verbo ‘hacer’ y ‘echar’, es tan solo de una ‘hache’ en la palabra. En el caso de ‘echar’, lo correcto sería, por ejemplo: “Te ECHO mucho de menos”. En el segundo caso, podría ser: “Nunca he HECHO eso que tu estás diciendo”. La diferencia entre ambos verbos es notoria, así que recuérdalo de ahora en adelante para no volverte a equivocar en este punto.

Sobretodo y sobre todo
Al igual que en el caso de ay / ahí / hay, otro error que seguro estás cometiendo es el de confundir los usos de ‘sobretodo’ y ‘sobre todo’. En el primer caso se utiliza para hacer referencia a un abrigo que cubre el cuerpo del frío. Mientras que el ‘sobre todo’ se utiliza para reafirmar algo, es decir, como una especie de refuerzo de las palabras “principalmente” y “especialmente”. Por ejemplo: “La lluvia fue realmente intensa, sobre todo cuando comenzaron a caer granizos”.

Hubieron / habido / habían
Acá el verbo ‘haber’ es impersonal, es decir, no hace referencia en ningún momento a algún sujeto en concreto. El ‘villano’ de este elemento es la palabra ‘hubieron’, puesto que la misma no existe y por ende no debe emplearse en ningún texto. La forma correcta de utilizar los otros dos verbos sería de la siguiente manera: “Hubo problemas para tramitar el los papeles del divorcio” y “Habían tres enormes perros custodiando la casa”.

¿Aparte o a parte?
Resulta un tanto particular que en la palabra “aparte” se escriba todo pegado pero se utilice para hacer mención a algo que va separado. Es una interesante contradicción literaria que debes tener en cuenta para cometer fallas innecesarias en torno a la misma. Recuerda: es “aparte” no “a parte”.

Por qué / porque / porqué
En estas tres simples palabras radica una de las más temidas pesadillas por millones de escritores de habla hispana en todo el mundo. Iniciamos con el ‘por qué’, cuyo uso debe aplicarse a oraciones interrogativas directas e indirectas. Por ejemplo: “¿Por qué has llegado a esta hora?”. El ‘porque’ es una conjunción casual explicativa que se utiliza para dar a entender los motivos de alguna acción en concreto, por ejemplo: “Llegamos a esta hora porque había retraso en las líneas de tren”. Y por último, quizá el más difícil de identificar, el ‘porqué’. Es un sustantivo por naturaleza y generalmente va acompañado de un artículo o posesivo, por ejemplo: “Nunca entendimos el porqué de tan despreciable actitud”.

Sino / si no
Finalizamos este listado de faltas y errores ortográficos al confundir la palabra “sino” con la expresión “si no”. El ‘sino’ como sustantivo se utiliza como sinónimo de ‘destino’. Como conjunción se encarga de introducir una variable a la oración, por ejemplo: “No es Lebron James, sino Michael Jorden, el mejor jugador de baloncesto de la historia”. Mientras que ‘si no’ es la unión de una conjunción condicional con la partícula negativa ‘no’, por ejemplo: “Si no quieres ir, no vayas”.

Antes de finalizar, no podríamos pasar por alto la siguiente corrección: no es ‘haiga’, es ‘haya. Recuerda aplicar estas correcciones a tus escritos diarios y notarás como poco a poco vas eliminando las faltas de ortografía. También te recomendamos leer siempre tus textos en voz alta para saber como se oyen cuando son leídos por otras personas.