FRAGMENTO DE LA OBRA:
Tras los cafés decidimos volver a mi casa, pero por el camino Héctor me propuso algo que en un principio me dejó sin saber qué responder. De hecho, estoy segura de que no respondí, pero de nuevo, la decisión la tomó él.
― Te gustará, créeme.
No entendí muy bien a qué se refería cuando me propuso tener sexo delante de toda la ciudad, y menos aún cuando su coche entró en el parking del edificio de su oficina. Pero la verdad es que me daba igual. De alguna manera, mi cuerpo ya había reaccionado y estaba deseando sentirme otra vez trasportada al éxtasis.
Cogidos de la mano entramos en la oficina. Me llevó a su despacho y entonces lo comprendí todo.
Los grandes ventanales, sin cortinas, daban una imagen nocturna de toda la ciudad. Íbamos a hacerlo ahí. Frente al mundo.
― Desnúdate― me dijo.
Sin pensarlo, empecé a quitarme toda la ropa, a la vez que él hacía lo mismo con la suya.
― Ven. Acércate a la ventana.
Sus manos me guiaron hacia el grueso cristal que sentí frío y duro en mi espalda y en mis glúteos.
Desnudos, empezamos un recorrido ardiente y desesperado sobre nuestras pieles. Esta vez mis manos no estuvieron quietas. Buscaron con anhelo todos y cada uno de los centímetros de su piel, y cuando tuve su sexo en una de ellas, comencé un lento y pausado masaje.
Su lengua buscaba la mía con rapidez y casi descontrol. Luego bajaba a mis pechos, y húmeda y caliente, volvía a introducirse en mi boca.
Cuando ya pensaba que no podría aguantar mucho más sin tenerlo dentro, me dio la vuelta y mi corazón, a su vez, dio un brinco.
La sensación fue de estar en un barranco, a punto de caer. El miedo al vacío y el vértigo por las vistas hacia un precipicio nocturno, se mezclaron con el frío tacto de mis pechos contra el cristal.
Una de sus manos descendió a mi entrepierna, hurgando sin contemplaciones dentro y fuera. Mi respiración causaba pequeños y acompasados vahos sobre el cristal.
De una manera sutil pero decidida, me cogió por la cintura y me reclinó un poco. Sus manos acompañaron a las mías para que las apoyara sobre los cristales, mientras su piernas separaron las mías.
Con los ojos abiertos, mirando la ciudad a mis pies, sentí cómo su sexo entraba decidido, duro y excitado, dentro del mío.
Los movimientos esta vez no fueron lentos. Esta vez eran directos y fuertes, pero el placer que yo estaba experimentando, tanto por el entorno, como por el morbo de la situación, era igual o superior al de la noche anterior.
Su orgasmo llegó con una envestida firme, tanto, que mis brazos se doblaron. Salió de mi interior y, de nuevo, pegada al cristal con mi cara y mis pechos, sus dos manos se entremezclaron en mi sexo, haciéndome tener un orgasmo convulsivo y casi salvaje.
Nos quedamos así, de pie. Yo contra la transparencia e iluminada con las luces de la noche, y él detrás de mí, jadeando en mi nuca.
Cuando nuestras respiraciones empezaron a retomar el ritmo normal, acercó su boca a mi oído.
― Te dije que te iba a gustar― me dijo susurrando.
Creo que permanecimos así todavía un buen rato, hasta que la temperatura de la noche traspasó los cristales y me produjo un escalofrío. Entonces, nos vestimos y me llevó a mi casa, donde dormimos juntos hasta que, en algún momento de la noche, él se fue sin yo darme cuenta.
BOOKTRAILER
http://www.youtube.com/watch?v=c8Q6bAnJ7MM&feature=youtu.be
Reseña Canción de cuna rota
Título: Canción de cuna rota
Autor: Asia Lafant
Editorial: Ediciones Ortiz
A la venta: Mayo 2014
Preventa a partir de: Abril 2014
Sinopsis provisional
Bajo una lluvia tan fría como su interior, Nora conoce a Héctor y al calor de un café, éste le hace una propuesta que acepta sin pensárselo dos veces. Aparte de trabajar juntos, empiezan una relación llena de encuentros apasionados y momentos ardientes. Al principio, Nora piensa que es sólo sexo, pero acaba locamente enamorada de un hombre del que apenas sabe nada.
Cuando el velo de la verdad empieza a elevarse, Nora entiende que su nueva vida es lo contrario a un cuento de hadas y que el hombre que ama es lo opuesto a un príncipe. ¿Debe mantenerse callada cuando descubre que cada segundo que vive es una mentira? Quiere actuar y necesita ayuda, pero se percata que sin darse cuenta alejó a todos sus amigos. Sin saberlo, vendió su cuerpo al Diablo, pero se niega a cederle su alma. Está sola, y aun así, en esa soledad encuentra la fuerza de tomar una decisión.
Mentiras, realidad disfrazada, engaños, seducción, trampas, sorpresas, todo se encuentra en “Canción de cuna rota”.
Una novela sobre la pasión y sus consecuencias.
Opinión personal
El argumento implica desde el principio a una psicóloga y dos policías, así que a primera vista vas a creer que se trata de una novela policiaca. Pues te digo que te has equivocado. A medida que sigues leyendo te vas adentrando en una hermosa historia de amor, y vas a pensar que lees un libro romántico-erótico. Es verdad que el contenido apunta por este género, pero permíteme decirte que te has equivocado de nuevo. Vas a continuar porque el ritmo es tan fluido que ni te percatarás de que lo haces y al pasar la mitad de la historia te recorrerán escalofríos al deducir lo que la protagonista no sabe. En este momento, estarás seguro de que sabrás qué vendrá. Gran error y equivocación por la tercera vez.
“Canción de cuna rota” es una novela dura en todos los sentidos porque trata un tema frente al cual demasiadas veces cerramos los ojos. Escrita sin tapujos, la historia nos enseña que el amor puede hacer daño, que al enamorate quedarás ciego, que al amar a alguien empiezas a vivir en una burbuja en que confundes la imagen ideal de una persona con la realidad. Que no importa tu coeficiente de inteligencia, éste baja en picado en cuanto el nivel de las feromonas empieza a crecer.
Nora, la protagonista, es una mujer hermosa, una de las muchas que aunque parecen tenerlo todo, carece de lo más importante: familia, amigos verdaderos, trabajo. Es comprensible que caiga rendida bajo el hechizo de Héctor, un hombre con un encanto innato que domina a la perfección el arte de manipular. Es entendible que se imagine que está viviendo la historia de amor de su vida y que esté soñando con un final feliz. Quise gritarle muchas veces a Nora que debería abrir los ojos y actuar. Lo hizo al final, pero no cómo me lo esperaba.
No puedo dar más detalles sin hacer spoiler. Solo puedo decir que es un libro que no entenderás hasta que no te hayas leído la última línea. Que al leerlo te sentirás como en una montaña rusa entre las frías y metódicas escenas policiales, te confundirás con Nora al descubrir su alma ante la psicóloga y te sentirás como una voyerista al encontrarte con las escenas calientes.
La pluma de la escritora es ágil, saltando con habilidad entre los cambios de escenarios, jugando con los sentimientos y acosándote a golpes de emociones.
Nora da la sensación que sabe poco y que no te esconde nada. Tú vas a creer que no se entera de la verdad. Ésta será tu última equivocación, porque al final ella gana.
Canción de cuna rota es un libro que no olvidarás pronto.